La incertidumbre, la maldita incertidumbre. A nadie le gusta la incertidumbre, pero algunas personas saben gestionarla mejor que otras. Queremos conocer las consecuencias de todo antes de actuar, pero eso es imposible. Y como es imposible nos entra la ansiedad y el miedo.
¿Cuándo tenemos más miedo? Obviamente, en los procesos de cambio y en situaciones que estamos viviendo por primera vez, porque la incertidumbre es mayor.
¿Qué provoca el miedo? En muchas ocasiones te paraliza, porque creemos que no tenemos suficientes herramientas para solucionar los problemas que vayan a surgir. A veces estaremos en lo cierto y otras veces no, y lo difícil será distinguir cuando tenemos que prepararnos más y cuando actuar.
Y aplicado al trading, ¿cómo podemos eliminar la incertidumbre? Pues siendo gallego, os daré la respuesta mágica…DEPENDE.
Si hablamos de eliminar la incertidumbre de los mercados, eso no lo podremos hacer nunca, ya que es una característica inherente a los mismos. Sin ella no habría ni ganadores ni perdedores y no habría nada que «rascar».
Lo que sí tiene más sentido es intentar eliminar o al menos reducir al máximo la incertidumbre en nuestras reacciones a las diversas situaciones de los mercados. Debemos ser previsibles ante nosotros mismos, es decir, saber lo que vamos a hacer en caso de que el precio se mueva de tal manera o de otra. De esta forma, estaremos aumentando nuestra confianza y disminuyendo el miedo, además de mejorar emocionalmente.
Esta es por tanto nuestra tarea, muy importante sobre todo en nuestros nuestros primeros años como traders. Ya que no podemos ni queremos eliminar la incertidumbre de los mercados, intentemos eliminar la nuestra propia. Los resultados serán mejores.
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Un saludo a tod@s
Daniel Pernas
Buena reflexión. La incertidumbre, y el miedo que esta genera, es una de las cosas más difíciles de gestionar. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos (por las malas muchas veces). Un saludo.
Muchas veces sucede que no somos capaces de aprovecharnos de los errores que cometen otras personas a pesar de que nos adviertan. Hasta que experimentamos en nuestras propias carnes las consecuencias no somos capaces de tomar conciencia. Un saludo