En este post, quiero compartir con todos vosotros el artículo que escribí para la revista Inversión&Finanzas, perteneciente al grupo Vocento, en el número con fecha de 12 a 18 de mayo. Trata de la necesidad de un plan de trading y de varios aspectos a tener en cuenta a la hora de trazarlo.
«Estamos programados para perder dinero, la mente humana está preparada de forma tal que lo natural es querer aguantar posiciones con pérdidas, con la esperanza de recuperar. Ponemos mil y una excusas para ello, como por ejemplo la de «mientras no cerramos la operación no perdemos», pero el caso es que cuando tenemos que cerrar posiciones no lo hacemos, y cuando tenemos que dejar correr ganancias cerramos prematuramente por miedo a que se esfumen.
Los grandes suelos se gestan en períodos de gran negatividad donde los profesionales aprovechan el pánico general para comprar y viceversa en momentos de elevada complacencia. Por eso, en un mundo tan incierto como es el de los mercados financieros, el no tener un plan y quedarse expuesto totalmente a las emociones es sinónimo de perder el capital a las primeras de cambio. Euforia, miedo o frustración son algunos de los estados que hemos de tener que gestionar bien para que no interfieran en nuestras decisiones de trading, y para ello es necesario tener un mapa que nos sirva de brújula en este camino lleno de obstáculos.
Pánico Brexit: ejemplo de cómo los profesionales aprovechan el pánico de la masa para comprar.
Una vez vista la necesidad imperiosa de tener un plan que actúe de guía, vamos a profundizar un poco más para ver qué elementos debe incorporar y cómo podemos adaptarlo a nuestra personalidad.
LAS TRES PATAS PARA SER UN TRADER CONSISTENTE
SISTEMA DE TRADING:
deberá proporcionarnos un porcentaje de aciertos junto a una rentabilidad/riesgo por operación que se traduzca en una esperanza matemática positiva que nos dará la ventaja estadística que nos permite ser consistentes en el largo plazo. Tendremos que tener claro por qué entramos en una operación, bien sea por análisis fundamental, macroeconómico o técnico y por qué salimos de ella. Si entramos por análisis técnico (también por los otros métodos pero no es mi terreno), estableceremos unas reglas objetivas que no dejen dudas de cuándo hay que abrir y cerrar una operación. En un entorno de incertidumbre, nuestra reacción a los movimientos del mercado no debe ser improvisar sobre la marcha sino que antes de operar debemos saber muy bien lo que vamos a hacer y responder a las siguientes cuestiones:
– Marco temporal: ¿Qué time frame vamos a utilizar? Tenemos que decidir si queremos ser traders intradiarios, o de corto, medio o largo plazo. No hay un espacio temporal mejor que otro, ya que todos tienen sus ventajas e inconvenientes por lo que tendremos que elegir el que mejor se adapte a nuestras circunstancias personales. Si tenemos poco tiempo no tendría mucho sentido ser intradiario, en cambio si la paciencia no es una de nuestras virtudes quizás el largo plazo no sea adecuado para nosotros.
– Activos a operar e instrumentos: ¿Invertiremos en acciones, divisas, materias primas, o índices? ¿Operaremos al contado, con CFDs, con futuros…?
– Entrada a mercado: ¿Cuáles son los catalizadores que usaremos para abrir una operación (figuras chartistas, Fibonacci, indicadores, osciladores…? ¿Meteremos todo el monto de una sóla vez o haremos una entrada escalonada?
– Gestión de la posición: ¿Iremos moviendo el stop loss a medida que el precio va haciendo nuevos picos o lo dejaremos inmóvil? ¿añadiremos más posiciones en caso de darse la oportunidad?
– Salida de mercado: ¿Tendremos un Take Profit donde nos salgamos de la operación o dejaremos que sea el gráfico el que nos dé las señales de salida? ¿Salida total o salida escalonada?
– Broker: ¿Está nuestro intermediario regulado y autorizado por instituciones serias? ¿Qué ocurre en caso de quiebra del broker? ¿Tiene costes Swap y spreads competitivos?
GESTIÓN DEL RIESGO
Teniendo un sistema de trading con esperanza matemática positiva, debemos gestionar el riesgo de forma que no perdamos por cada operación más del 2 por ciento del capital destinado a invertir. Según la aversión del trader al mismo, el porcentaje será mayor o menor, pero debería estar dentro de esos límites si no queremos tener riesgo de quiebra o de elevados drawdowns (retroceso en la curva de resultados respecto al anterior máximo de dicha curva). Además de tener en cuenta el porcentaje de pérdida por operación, también debemos tener en cuenta el riesgo de cartera en caso de que estemos invertidos en varios activos al mismo tiempo. Aquí tenemos básicamente tres alternativas: invertir sólo en un activo al mismo tiempo, invertir en varios activos a la vez que estén descorrelacionados o invertir en varios activos correlacionados pero gestionando el riesgo global de la cartera de forma que si saltan los stop loss de todas nuestras posiciones nuestros resultados no se vean excesivamente afectados.
PSICOLOGÍA
Uno de los de los objetivos del plan es minimizar el impacto de las emociones pero, como personas que somos, es imposible deshacernos de ellas. Tengamos el umbral más alto o más bajo, al final vamos a tener que gestionarlas de la mejor manera posible. Para ser más efectivos, es muy recomendable tener un gran conocimiento de uno mismo, saber cuando no estamos preparados para operar y cuando sí estamos en condiciones de hacer trading.
La clave es fijarse más en el desarrollo de la operación y menos en el resultado. Para ello os propongo varias ideas que podéis estudiar para ver si os funcionan:
– No operar si estamos enfermos o tras fuertes discusiones con la pareja.
– Disminuir el porcentaje de riesgo después de pérdidas significativas, para poco a poco volver a ganar confianza.
– Si estamos operando bien y queremos aumentar el porcentaje de riesgo, hacerlo progresivamente.
– Fijar un porcentaje máximo de pérdidas llegado el cual realizaremos un parón para cortar la dinámica y revisar procedimientos.
– Establecimiento de rutinas positivas como preguntarnos a nosotros mismos antes de abrir la operación si ésta cumple todas las condiciones.
– Realizar deporte y mantener una alimentación equilibrada. Nos ayudará a aumentar nuestro grado de autodisciplina.
En definitiva, el trading es una actividad que parece fácil porque cualquiera puede abrir una cuenta y operar, pero detrás de cada trader ganador hay mucho trabajo en la sombra. Se trata de gestionar los riesgos, potenciar fortalezas, minimizar debilidades y de hacerlo lo más sencillo posible. El Santo Grial no existe.»
Gracias a la revista Inversión&Finanzas por darle visibilidad al artículo y no dudéis en compartir o comentar si os ha gustado.
Un saludo a tod@s
Daniel Pernas