Cuando se produce una derrota en cualquier ámbito de la vida, y también en el trading, el resultado puede ser debido a dos factores: o bien has tenido una mala ejecución o bien has perdido por pura probabilidad estadística. Para poder diferenciar si se ha producido por un motivo u otro hay que estudiar el cómo se ha llegado al resultado final y no tanto si éste resultó positivo o negativo.
Y es que, cuando se toma una decisión, normalmente se hace desde un entorno de incertidumbre, por lo que a priori no sabemos si vamos a acertar o no. Tendremos que revisar a posteriori si volveríamos a actuar igual en caso de que la situación fuese similar a la que estamos analizando. En caso de que no, ésto revela que hemos tenido una mala ejecución y que podemos aprender de nuestro error. En caso de que sí hiciésemos lo mismo, la pérdida se produce por pura probabilidad estadística, ya que es imposible tener éxito el 100% de las veces.
Por poner un ejemplo, si vas a una máquina expendedora y pulsas el botón de la coca cola, normalmente saldrá coca cola. En caso de que una vez salga Fanta no quiere decir que lo hayamos hecho mal, sino que puntualmente no hemos tenido éxito. Si queremos extraer Coca Cola en la próxima máquina expendedora lo normal es que sigamos pulsando el botón de la Coca Cola.
Por tanto, derrota no es igual a error, como victoria no es igual a acierto. Lo podemos ver en el siguiente cuadro:
Una victoria puede venir dada por un acierto nuestro o porque a pesar de haberlo hecho mal y tener las probabilidades en contra, hemos tenido suerte.
Imaginaos que, por ejemplo, justo antes de una noticia importante abramos una posición superapalancados, sin un stop loss automático (tenemos en la cabeza cuando salirnos del mercado) y en ese momento nos llaman por teléfono avisando de que tenemos que llevar al hospital a un familiar. Con la urgencia nos olvidamos que tenemos que poner el stop loss y cuando vamos a ver cómo fue la operación tenemos la suerte de haber duplicado la cuenta. En este caso, hemos obtenido una victoria a pesar de haber cometido el error de no haber colocado el stop loss y de ir con más apalancamiento del debido. Las ganancias no deben cegarnos en la necesidad de aprender del fallo, porque en caso de haber salido mal la operación nos hubiésemos quedado sin capital.
Por el contrario, la victoria puede venir debida a una buena ejecución de la operación. Y también en este caso podemos aprender, y seguir afianzando lo que estamos haciendo bien. No sólo debemos minimizar debilidades sino también potenciar nuestras fortalezas si queremos seguir dando pasos hacia la excelencia en nuestra operativa.
Victorias, derrotas, aciertos y fallos, de TODO se puede y se debe APRENDER.
Un saludo a tod@s
Daniel Pernas