El tener dudas a la hora de hacer trading normalmente no es muy aconsejable, ya que las dudas nos pueden llevar a cerrar una operación antes de tiempo o a mover el stop loss para que no nos salte, aumentando de esta forma el riesgo previsto inicialmente. Todo esto sin contar además con el daño psicológico que nos produce el culpabilizarnos por haber hecho mal las cosas.
Si el tener dudas es perjudicial, ¿qué podemos hacer para minimizarlas?
– Tener un plan de trading con un sistema de esperanza matemática positiva, con unas reglas de entrada y salida claras que estén testeadas previamente. No nos darán el 100% de acierto, pero sí sabremos que tendremos la ventaja estadística para ser consistentes en el largo plazo. Respecto a esto, es importante también comentar que el sistema debe adaptarse a la personalidad de cada trader, para que nuestras emociones no nos lo echen por tierra.
– Gestión del riesgo a prueba de bombas. Cada trader tiene una aversión al riesgo distinta pero, por regla general, me parece una temeridad el fijar para cada operación un límite de pérdidas superior al 2% del capital total. De hecho, por experiencia personal, aconsejaría que fuese incluso no superior al 1%. Destacar también la importancia de gestionar además el riesgo global de la cartera, de forma que no tengamos operaciones correlacionadas que nos hagan saltar varios stop loss a la vez.
Sabemos por tanto qué hacer para minimizar las «dudas negativas» pero no todas las dudas son negativas. Si no tuviésemos dudas respecto a si vamos a acertar o no en el mercados, no pondríamos stop loss en las operaciones y sería cuestión de tiempo que nos arruinásemos. Por tanto, y para resumir, debemos ser flexibles con nuestras expectativas pero rígidos con nuestro sistema. Sólo podemos cambiar las reglas cuando estemos fuera del mercado para poder testearlas correctamente.
Un saludo a tod@s
Daniel Pernas