Cuando hablamos de dinero, cuanto más tengamos mejor, pero hasta los multimillonarios tienen dinero limitado, por lo que dado un nivel de ingresos debemos establecer siempre un orden de prioridad en nuestros gastos. Básicamente de esto trata la economía, de aprovechar los recursos de la mejor forma posible.
Teniendo esto en cuenta, ¿cuál sería el orden lógico de nuestros gastos?
Prioridad nº 1 – NECESIDADES BÁSICAS
Por necesidades básicas entenderíamos aquellas necesidades indispensables que tiene cada persona o familia. Por ser indispensables constituirán prácticamente un gasto fijo dentro de la estructura de gastos.
Prioridad nº 2 – AHORRO
Tras satisfacer las necesidades básicas debemos destinar una parte de los ingresos al ahorro, de forma que podamos estar cubiertos ante imprevistos.
Prioridad nº 3 – NECESIDADES INTERMEDIAS
Son aquellas necesidades que si bien nos podemos permitir de vez en cuando, no son indispensables para poder llevar nuestra vida.
Prioridad nº 4 – LUJOS
Aquí incluiría aquellos gastos no acordes a nuestro nivel de renta que nos permitimos muy esporádicamente.
Hasta aquí todo parece muy lógico y sencillo pero el problema viene a la hora de clasificar nuestros gastos en una u otra categoría. Y es que ir a tomar un café para una persona puede ser una necesidad básica y para otra puede ser un lujo.
Aquí básicamente y simplificando mucho distingo dos situaciones:
- Familia extremadamente pobre.
- Demás familias.
Respecto a la primera poco puedo decir ya que a duras penas puede satisfacer sus necesidades básicas, y no tiene margen de maniobra para poder hacer otra cosa. En este caso, lo más interesante sería analizar las fuentes de ingresos pero este es otro capítulo…
Respecto a las demás familias, éstas deberían hacer el ejercicio de clasificar de manera honesta y sincera cada uno de sus gastos en una u otra categoría, sobre todo y de manera especial las necesidades básicas, para saber qué gastos fijos tienen al mes. Una vez tengan ese dato, podrán establecer el % de ahorro para después destinar el resto de ingresos a los necesidades intermedias y lujos.
Escenarios:
- Necesidades básicas hasta 60% ingresos: un % razonable de ahorro sería alrededor de un 20% (o mayor).
- Necesidades básicas superiores a 60% ingresos: En este caso un % razonable de ahorro sería la mitad del sobrante de ingresos tras cubrir necesidades básicas.
Este ejercicio de clasificación de gastos es muy bueno de cara a evitar decisiones económicas impulsivas que generen placer inmediato a costa del bienestar general de medio/largo plazo.
Errores habituales:
- Clasificar como básicas necesidades que no lo son, de forma que se perjudica el ahorro.
- Endeudarse para cubrir necesidades intermedias o lujos.
Medidas positivas:
- Separar el dinero destinado al ahorro nada más cobrar, como por ejemplo mediante una transferencia periódica mensual a una cuenta de ahorro.
- Crear distintas cuentas para cada uno de los distintos tipos de gastos de forma que podamos gestionarlos mejor.
Para finalizar, comentar que este artículo refleja mi visión personal respecto a los gastos familiares. No hay reglas fijas ni verdades absolutas más que intentar aplicar el sentido común. Si vives por encima de tus posibilidades al final lo acabas pagando.
Un saludo a tod@s!
Daniel Pernas